colegio nuestra señora del pilar
valladolid
concurso restringido, con pez arquitectos slp
+info
proyecto: transformación del colegio nuestra señora del pilar
cliente: fundación educación marianista domingo lázaro
situación: calle cañada real 300, 47008 valladolid
fase: concurso
fecha: mayo 2018
Extracto de la memoria: El proyecto de transformación del centro se plantea como un proyecto educativo de innovación. Se trata de modernizar y potenciar la imagen que el colegio Nuestra Señora del Pilar tiene en Valladolid, complementando el uso docente con los nuevos usos planteados: el docente, ya que en primer lugar se trata de dotar al centro de nuevos espacios que posibiliten un avance en la innovación educativa; el pastoral, pues los nuevos espacios se adaptan a los cambios vividos en este terreno, en el que se ha pasado de las celebraciones masivas de los años en los que el edificio era un postulantado a unos actos religiosos más íntimos, de pequeña escala; y el cultural, para responder al anhelo de que el centro se convierta en un nuevo polo dotacional en el sur de la ciudad.
La solución propuesta persigue los objetivos siguientes:
-conectar el colegio con la ciudad recuperando la funcionalidad de su acceso histórico y favoreciendo la accesibilidad universal a través de unas nuevas rampas.
-comunicar los espacios públicos del centro educativo entre sí (el ágora y el patio descubierto) a través de un nuevo atrio (antigua iglesia) que permitirá una futura intervención en el patio descubierto.
-fomentar la relación entre las aulas y el nuevo corazón social del centro, al situar el ágora al mismo nivel que las clases.
-provocar una conexión directa entre la biblioteca y el ágora a través de nuevos núcleos de comunicación y de un espacio de lectura en la plaza cubierta.
El ágora será el corazón del centro educativo, ubicada en el lugar que actualmente ocupa el patio sur que se cubre con una cubierta transparente. El «suelo» del ágora se sitúa en la cota de circulación de la planta baja y a la misma que la entrada principal, cercana a las aulas, principalmente las de infantil, la administración del centro y el nuevo oratorio. Además ese suelo será un soporte heterogéneo, con gradas, con ámbitos a distintos niveles y el lugar de conexión y de prolongación de la nueva biblioteca.
Se trata un «espacio educador» con gran riqueza espacial, un lugar en el que experimentar, en el que sentir y también un espacio de refugio. Pero también es un espacio versátil, un lienzo en blanco donde los alumnos exponen sus obras, sus experimentos y sus diseños. Se propone que el espacio educador sea también un lugar de intercambio con la ciudad, y debido a su amplitud éste puede amueblarse de formas diferentes adaptándose a eventos muy concurridos. La experiencia de un espacio rico genera una didáctica del lugar, en él se descubre como escuchar, como dialogar, bailar, trepar y divertirse. El latido del ágora-corazón no sólo se produce por los usos que se desarrollan en él, sino también por las actividades que se desarrollan en sus bordes, la biblioteca, el comedor y el gimnasio.
Desde el punto de vista constructivo el elemento más singular y de mayor interés es la cubierta acristalada que cubre el ágora, permitiendo la iluminación natural de dicho espacio y actuando como un verdadero regulador de su temperatura. El trazado de la cubierta repite la silueta de los tejados del edificio original, si bien se sustituye la cubierta de teja tradicional por el vidrio y la perfilería metálica, en una clara apuesta por la innovación sin perder de vista la tradición y el respeto al patrimonio preexistente.
La estructura sustentante principal consiste en una celosía hiperestática de tubo redondo de acero. Se ha considerado necesario, ante lo incierto del estado de la estructura existente de pilares de hormigón, que dicha cubierta vaya apoyada en pilares que llegarán hasta el terreno. A falta de realizar estudios más pormenorizados, se ha optado por embeber dichos pilares, que irían atados a las cabezas de los forjados para disminuir el pandeo, en los muros perimetrales del patio, de tal manera que su presencia quede oculta tras el enfoscado con el que se recubrirá la fábrica de ladrillo del actual patio. La idea es hacer de la cubierta, complementada por los sistemas de protección solar móviles, un activo gestor de energía, de tal manera que funcione como un organismo vivo que adapte su configuración a las condiciones externas para conseguir un ambiente óptimo al interior.